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Estoy obsesionada con mi pelo, de esta frase nace la idea del montaje de Una mujer con ojos de loca, una mujer que abre su mirada, para encontrarse con el acuoso color de la leche que la inunda desde su infancia. Se saborea en espacios exclusivos para el onanismo eterno.
Telesfora, tiene la especial facultad de poder presenciar, cada cierto tiempo, el onanismo de un pervertido en pleno espacio público. Los párpados se le caerán al suelo y la embriaguez de la leche uperizada le harán llegar a conclusiones sobre el mundo en el que vive, donde el poder se enmascara en las formas más excéntrica, así nos contará sus historias con un tonto erótico y sensual de sus experiencias con lo fálico, el abuso de poder de instituciones y figuras públicas.
Una creación que ha ido mutando en cuanto al lenguaje artístico, primero se presenta como una obra teatral en espacio de un teatro clásico, luego pasa a ser presentada en lugares como bares, donde el ambiente se transforma para dar espacio a nuevas experiencias. En este momento (2018), está en un proceso de transformación para ser representada e interpretada solo desde la danza, un proceso que lleva unos meses en adaptación a lo que puede ser otra forma de expresar un texto que es directo para quien entiende su profundidad y solo un morbo para el que aún están cegado a las injusticias del día a día que muchas callan.
Se espera lograr llevar el montaje de esta obra a espacios no convencionales, a interactuar más con el público y hacerlos parte activa de las muestras.
Obra estrenada en 2014. Valparaíso, Chile.
Dirigida por: Maite Colodron y escrita por: José Luis López Sangüesa
